Un hombre de 56 años fue detenido por apuñalar a su pareja de la misma edad. El trasfondo de un caso violento, insólito y delicado.
Por FdR
El hombre tiene 56 años y es el guardabarrera de Vivoratá. Su historia lo corrió del anonimato y también de la libertad porque por estas horas permanece detenido. La mujer también tiene 56 y es de Mar del Plata. La misma historia la colocó en el lugar de la víctima, pese a su resistencia a denunciar a quien en poco tiempo se había pasado de ser su novio, a su concubino y finalmente a su atacante.
Hace algunas horas se confirmó la detención del hombre, acusado del delito de tentativa de femicidio por un hecho que sucedió hace un par de semanas y que, pese a las singulares características que lo conformaron, no había trascendido. Claro que en Vivoratá sí todos sabían del escandaloso 28 de julio. Todos y también el ayudante fiscal Diego Benedetti, que lo plasmó en la causa judicial.
Aquel día, a la mañana, el guardabarrera y su pareja discutieron fuerte. La relación se había iniciado meses atrás en un local bailable de Mar del Plata sito en la avenida Colón y poco después la mujer se había mudado a compartir vivienda en Vivoratá.
Todo funcionaba a la perfección, tanto que el domingo 28 de julio la mujer recibió la visita de sus nietos y estaba en la casa junto al guardabarrara cuando comenzó la discusión.
Mientras los chicos jugaban en otro sector, el hombre le increpó a la mujer algunas cuestiones y la echó. La joven abuela, algo desamparada, vistió a sus nietos y salió caminando hacia la Autovía pero apenas había hecho 100 metros fue alcanzada por el hombre, quien le cruzó su automóvil y bajó desbordado por la ira.
Delante de los menores el guardabarrera atacó a la mujer ya con un nivel de violencia superior: armado con un cuchillo le dio un puntazo debajo de la mama izquierda.
Pese a la herida, la mujer subió al automóvil y regresó a la casa junto con los niños. Allí la discusión continuó, pero ya dentro del baño. Atemorizada por lo que podía derivar de todo aquello, la víctima pudo calmar al agresor y cuando a la tarde llegó su hijo a buscar a los niños le ocultó lo sucedido. Es más fingieron que estaba todo bien e invitaron al hijo de la mujer a comer.
Con la excusa de salir a comprar pizza, la pareja salió y ambos fueron hasta la sala de primeros auxilios, donde volvió a suceder algo increíble. Primero bajó el hombre, pidió si podían atender a su mujer que estaba herida en el auto y que había sufrido un corte de un modo extraño: “estaba carnenado un cordero y la lastimé sin querer”. Pero cuando la enfermera y el guardabarrera fueron a buscarla al auto, la mujer ya no estaba.
Desconcertado, el hombre regresó a la casa en donde el hijo de la mujer empezaba a sospechar algo raro ya. Al no encontrarla allí el guardabarrera salió a recorrer Vivoratá, hasta que halló a la mujer herida frente a la farmacia del pueblo.
Mientras tanto, la policía ya había tomado nota de lo ocurrido en la sala de primeros auxilios y un patrullero se presentó en la casa para interiorizarse. Minutos después la pareja regresó y desmintió cualquier problema entre ellos. Sin embargo, doce horas después de haber sido apuñalada, cuando el guardabarreras se fue a trabajar, la mujer admitió a su hijo lo sucedido.
La mujer terminó internada en el Hospital de Vidal -la llevó su hijo- con una lesión que por poco no la puso en riesgo de muerte y su actitud de no denunciar a su pareja se mantuvo todo el tiempo. Fue la decisión de la Fiscalía Descentralizada y de los funcionarios policiales de la Comisaría de la Mujer los que impulsaron el expediente, hasta que se solicitó una orden de allanamiento a la vivienda. Allí se secuestraron tres cuchillos y prendas de vestir con manchas de sangre. Una remera perteneciente a la mujer había sido tirada en un contenedor de basura y tenía el orificio causado por la puñalada.
De inmediato el ayudante fiscal pidió la detención del guardabarrera que al declarar no contó la insólita versión del cordero mal carneado. Ahora quedó acusado del delito de tentativa de femicidio, una figura penal que prevé penas de hasta 15 años de prisión.